Virginia Alonso sings with Luster James Roos (The Miami Herald)
Almost as old as the human voice is the saying that a great singer must have it here, here and here –touching throat, head and heart by way of illustration…Virginia Alonso has a lustrous lyric-soprano, the intelligence to exploit it and the priceless gift of giving an audience pleasure.The peak of the evening lay in the French and Latin songs, sung with an inner glow that ravished the willing ear…poured out in classic style as if they were the easiest things in the world to sing…had unmistakable gypsy flair, though done with an etcher’s skill. Alonso’s voice was sheathed in a luminous softness that was almost mesmeric. Alonso knows all about the seductive shadow play of these songs, the amorous allusiveness they conjure in drowsily opulent performance. She can slide up a perilous scale to an exquisitely shaded, almost breath-taking pianissimo and she has for these songs what Victoria de los Angeles has for the music of her compatriots. This is a kind of intuition, for one thing, and precisely the native timbre that seizes and projects the heart of the music. The result is a treasure. There was not a false gesture, not an underestimated song in the entire evening…just a lovely singer sharing the glory of music… |
La Soprano Virginia Alonso en el concierto con NSO Por Belén Ramos Schettini
Las dos arias fueron magistralmente cantadas…por Virginia Alonso…interpretadas en ritmos, sonoridad, seguridad en los agudos y desenvolvimiento escénico. Virginia le dio a “María la O” la verdadera característica de la zarzuela folklórica cubana, única en su clase, rica en melodía y en forma autóctona y con unos agudos maravillosos que me emocionaron y me hicieron venir a la mente las hermosas voces de Hortencia Coalla y Maruja González; no se quedó atrás en el aria de la “Cecilia Valdés”, obra cumbre del teatro lírico cubano…en su aria “La Salida” de Cecilia Valdés, Virginia hizo gala no sólo de su voz, sino de sus dotes escénicas… Ambas arias, aunque dan la impresión de tener algo en común, son bien diferentes y Virginia las cantó en su estilo único…una noche inolvidable. |
Alonso is still fascinating James Roos (The Miami Herald)
Alonso has a beguiling voice and…could carve words and phrases into the very heart of meaning. But it was reassuring to discover the warmth and loveliness of that voice… It was a performance of unblemished delicacy… Alonso held the long, classic line…and achieved a remarkable balance of intensity and restraint.
Extraordinaria la versatilidad de la soprano Virginia Alonso
Publicado el 12-08-2009
Por Ariel Remos
DIARIO LAS AMERICAS
En los comentarios a las anteriores presentaciones de la soprano cubana Virginia Alonso, destacamos de las mismas cómo su voz se mantiene estructuralmente igual –fresca y cristalina-- en dos momentos distintos de su vida, uno de ellos de largo descanso. Hoy, después de volver a escucharla en su Concierto de Gala del Domingo 6 de diciembre en el Dade County Auditorium, cabría más que nada exaltar su versatilidad, que es la virtud que le permite en este caso a la cantante, junto a su condición de excelente actriz, hacer todos los géneros como es debido.
En ese Concierto de Gala de Virginia Alonso, ofrecido por la Sociedad Pro Arte Grateli, la virtuosa cantó géneros diversos como ópera, opereta, zarzuela, comedia musical, y selecto repertorio popular, que interpretó en lenguas --canta en varios idiomas, que es otro aspecto de su versatilidad --. Esto, y lo anterior, tienen que ver con algo como el sentido musical, del que ella ha sido dotada en abundancia.
Virginia utilizó en el programa videos y películas de momentos estelares de su vida ligados con la música, para hacerlos parte del concierto, como fueron sus relaciones artísticas con Luciano Pavarotti y Plácido Domingo. Con el primero, que la patrocinó en diferentes ocasiones, aparece de regreso de un ensayo, con el segundo actuando en la zarzuela española “El Gato Montés”.
La artista escogió para que la acompañaran en el escenario, dos voces de formidable calibre: el tenor Jorge Antonio Pita, y el barítono Nelson Martínez, que cantaron con ella dúos y a tres voces la canción popularizada por Andrea Bocelli: “Con te partiro”. Fue una de las grandes ovaciones de la tarde.
Virginia introdujo dos novedades en el campo “tesitural” que fueron, una, cantar “La Habanera” de la ópera “Carmen”, de Bizet, que es de mezzo-soprano, y otra para honrar a Pavarotti, cantar el aria para tenor “Nessum Dorma”, que fue su tarjeta de presentación. En los dos casos, fue un éxito por el “sabor” y estilo con que transgredió la norma de respetar los predios de otras cuerdas.
Cuba --La patria ausente-- tomó parte en este Concierto de Gala en el segmento final de la segunda parte, que comenzó con la canción “La Bayamesa” del compositor popular cubano Sindo Garay, cantada a primo y segundo por Virginia y el barítono Martínez, haciendo un acoplamiento difícil de superar, por la belleza de ambas voces, y porque la armonía de la segunda voz estuvo perfecta. “La Bayamesa” fue seguida de “El Arroyo que Murmura”, de Jorge Anckerman, “La Rosa Blanca” de Lecuona, el “Lamento Cubano” de Eliseo Grenet, para rematar con la salida de Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig, y la aparición de una bandera cubana que fue proyectándose gradualmente, hasta prevalecer en los ojos de todos. Una apoteosis final. Puede decirse que fue un momento en que el alma cubana confundió escenario y lunetario emocionalmente.
Virginia es por sobre todo una voz operística, de ahí el perfecto acomodo de las distintas arias de ese género que interpretó, como “Donde Lieta Usci”, de “La Boheme” de Puccini; “Un Bel di Vedremo”, de “Madame Butterfly, del mismo compositor.
No faltó el tema español, en el que la artista dio pleno carácter a las “Coplas del Curro Dulce” de Fernando Obradors, “El Pano Moruno” y “Asturiano” de Manuel de Falla, y “Granadina” de Joaquín Nin.
Fue muy valiosa la contribución que hicieron al programa Pita y Martínez. Pita cantó con Virginia el dúo de “La Viuda Alegre” de Franz Lehar y, solo, “Che gelida manina” de “La Boheme”, la canción “Be my love”, el aria “No puede ser” de “La Tabernera del Puerto”, de Sorozabal. Martínez cantó con Virginia el dúo de “Porgy & Bess y “Somewhere de “West side story”, solo el aria “Los vareadores”, de “Luisa Fernanda” y “Stars” de “Le Miserable”, de Bernstein y Schonberg.
Valiosas fueron también las intervenciones del concertista de guitarra clásica, Carlos Molina, que interpretó magistralmente la “Danza Española Nº5”, de Enrique Granados, además de acompañar a Virginia en sus números españoles a que nos referimos anteriormente.
El maestro Jesús Ruspoli hizo una magistral interpretación de “Aragón”, del maestro Lecuona, que fue muy aplaudida.
El maestro Francisco J. Müller compartió con Ruspoli la dirección musical del espectáculo, habiendo sido confiada la dirección general a Manny Albelo.
Felicitamos a Grateli y en especial a Pili de la Rosa por el triunfal espectáculo con que cerró este año 2009. |